LA HISTORIA DE ELENA
Elena, una mujer de 30 años, llegó al Centro Mikao en busca de ayuda. Sentía que su vida
amorosa estaba marcada por un patrón: ninguna relación era duradera. Desde el inicio de
cada nuevo vínculo, una pregunta la atormentaba: “¿Cuánto me durará esta vez?”
Pero sus bloqueos no se limitaban al amor. En el ámbito económico, la historia se repetía:
trabajaba incansablemente, pero el dinero nunca era suficiente. Se sintió atrapada en un
ciclo sin salida.
Decidimos analizar su caso a fondo. Analy, como canalizadora, pudo ver que Elena había
vivido múltiples encarnaciones como monja de clausura, misionera y sufí. En cada una de
esas vidas, había realizado votos sagrados de fidelidad a Dios, castidad y humildad,
comprometiéndose a mantener no solo en esa existencia, sino en todas las futuras. Esos
juramentos aún pesan sobre ella, impidiéndole experimentar la plenitud en el amor y la
abundancia.
A través de nuestro trabajo de liberación, logramos cortar esos lazos con su pasado.
Meses después, Elena nos contactó de nuevo con una noticia maravillosa: estaba a punto
de casarse. Hoy, su vida ha cambiado por completo, y su felicidad se ha multiplicado con la
llegada de su hija.